Rihanna siempre ha sido una mujer de lo más feliz y alegre. Igual que nosotros, adora su cuerpo, y no le importa nada salir a la calle con transparencias, con la camisa abierta, sin ropa interior o con modelitos ajustados. Mientras llame la atención y tenga un punto hortera, mejor que mejor. Y así es como la vimos el otro día, vestida de vaquera y con el sujetador guardadito en casa, porque justamente encima no lo llevaba precisamente.
Suponemos que bajo esa camisa al menos cubría su escote con algo de pastease, porque a poco que hubiera viento o que alguien le tirara un poquillo de la chaqueta, ale, ¡pecho al descubierto! Al más puro estilo Janet Jackson. Pero no es lo que pasó. O al menos las cámaras no fotografiaron ningún descuido tetal que haya que lamentar.
Lo que sí que vemos es que al menos nos hizo algo de caso y pasó por la peluquería. No se le ven ya tanto las raíces (aunque todavía tiene). Eso sí, me planteo que lo que lleva en la cabeza es más bien una peluca, porque si no no entiendo cómo ha pasado de tener los pelandrajos que tenía hace unos días a lucir ahora esta pedazo de melena rubia.
Una de las cosas que hacen que Rihanna tenga más seguidores es su punto cercano y, sobre todo, choni. Mirad por favor esas uñas largas y puntiagudas, esas mallas ajustadas y de florecillas hawaianas azules, y esos aros enormes de oro que tiene en las orejas. Es la musa de las chonis por excelencia. Y eso que a veces va de lo más elegante. Pero el toque hortera no se lo quita nadie.
Eso sí, choni todo lo que tú quieras, pero es una de las mujeres más deseadas del mundo. Por su simpatía, su belleza y su cuerpazo. Además del sex-appeal que desprende. Ahora parece haber dejado enamoradito a Ashton Kutcher. ¿Qué pensará Demi Moore del supuesto romance de su ex? A Rihanna le da un poco igual. Ella va a su bola, con sus ropitas y su estilo “chochoni”.
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